El papel en blanco y el lienzo
también
Se tienden las palabras mientras se esparce el pigmento en el vacío, en
la nueva incógnita.
Una y otra vez.
Y de nuevo las capas se
superponen dejando entrever aquella profundidad cromática
que evoca, que nuevamente nos
lleva a la pintura de siempre, ese reflejo primario de
la luz soñada.
Una luz que llega.
Y mi mano templada al acecho.
Emi
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