Yo, soy viento
Relatos
SOY
HUMANA
Habían
transcurrido varios días desde la última conversación con Manuel;
no daba señales de vida. Decidí romper mis miedos y le escribí:
-Hola
Manuel. ¿Cómo estás?
-Hola.
Lucía. Estoy bien.
-Hace
tiempo que no sé nada de ti.
-El
trabajo me tiene absorbido. ¿Cómo estás tú?
-Muy
bien. Ahora salgo más como tú me aconsejaste.
-Eso
está bien; hay que salir. Estás guapa en la foto de perfil. Seguro
que tendrás muchos pretendientes.
-Tengo
algunos amigos, no te voy a mentir.
-Uh,
me suena a que tienes novio.
-No,
pero sí me veo a menudo con un amigo.
Esta
vez yo había dado un paso importante; podía escribirle sin temor a
sentirme mal o indiferente a sus largos silencios.
Pasaron
varios días y su chat no sonaba en mi móvil. Hasta que una mañana,
cuando desperté, vi que tenía una imagen con mensaje. Abrí el
chat. Era una fotografía de Manuel, en el despacho. En otra ocasión
hubiera contestado de inmediato, pero opté por hacerme un café,
desayunar tranquilamente y, luego, fumar un cigarrillo. Volví a
mirar su foto. Le contesté:
-Hola,
Manuel. Veo que sigues vivo.
-Claro
que sigo vivo, ¿Por qué lo dices?
-Hace
más de quince días que no sé nada de ti. Incluso he llegado a
pensar que lo mismo estabas enfadado conmigo por algo, no sé.
-Lucía,
yo no estoy enfadado, pero sí descolocado.
-¿Te
refieres que estas descolocado conmigo?
-Si...
un poco.
-Explícate,
porque no entiendo nada.
-Bueno,
me descolocó que me dijeras que sales con un amigo.
-¿Cómo...?
Pues, ahora la que no entiende nada soy yo.
-Lucía,
me chocó que me lo contaras y me quedé... pues eso, descolocado.
-¿Qué
coño te ha descolocado?, ¿que me vea con un amigo?, ¿que no te
dijera lo que hago con él?, ¿qué yo sea humana y tenga necesidades
como tú?
¿A
caso no te has preguntado que yo también he podido estar descolocada
cuando me dijiste que ibas a bailar con una morena guapa y alta como
tú?, ¿cuando me mandaste la foto de tu amiga y vi que era mucho más
guapa y bonita que yo?, ¿cuando me dijiste que ibas en serio con
ella?
Pues
sí Manuel, yo también me descoloqué, con la diferencia de que yo
no te dije nada. ¿Pero sabes una cosa? Yo también soy humana y
tengo el mismo derecho a disfrutar de los hombres como tú de las
mujeres.
Era
evidente que Manuel no contestaría a toda la parrafada que le había
soltado. Ya nos íbamos conociendo un poco. Sabía que su orgullo le
impedía reconocer que se había equivocado.
No
podía entender a un Manuel que me había despertado del letargo, que
me había animado en los momentos más duros de mi vida, un Manuel
que continuamente me decía que tenía que ser fuerte, resistir,
luchar, salir, distraerme. Ahora era un Manuel frío, ausente y cruel
con sus silencios.
Estoy
aprendiendo rápido; lo negativo me enseña, lo positivo me hace
disfrutar. Clara tiene razón, tengo que vivir el momento.
Fotografía Pilar Escamilla Fresco.
Relatos, Emilia Díaz Banda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario