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jueves, 10 de marzo de 2016

La costilla de Adán

Nunca he leído la biblia. Pero sí me toco aprenderme el catecismo de rodillas con los brazos en cruz y las palmas de mis  manos soportando el peso de una religión que se supone me formaría, como una persona digna para entrar en los cielos y sentarme a la derecha de Dios.
Una religión que ya apuntaba directamente a la mujer como causante  del pecado original. ¡Oh, Maldita mujer pecadora ¡ Causante de los males de la humanidad, que osaste desobedecer a un Dios que creo a un hombre a su imagen y semejanza. Y todo por ofrecer a un Adán un fruto tan exquisito y saludable como lo es una manzana. De hecho yo suelo comerla muy a menudo y la cocino de varias formas, en Internet hay infinidad de recetas pero hoy decidí copiar y pegar los ingredientes de como un Dios cocino el pastel de manzana y creo la confusión  y diferencia entre el hombre y la mujer.
Cuando Yavé da el mandato de no comer del árbol de la ciencia del bien y del mal sólo se lo da al hombre, pues aún no ha creado a la mujer.
Génesis 2:16: El Señor Dios dio al hombre este mandato....
Luego, después de crear a la mujer, la serpiente pregunta a la mujer y ésta le dice:
Génesis 3:2-3: De todos los árboles podemos comer, pero del que está en medio del jardín nos ha dicho Dios que no comamos, bajo pena de muerte.
Pero el autor de la narración cuenta que Yavé le había dicho al hombre que del árbol que no podía comer era del otro, el de la ciencia del bien y del mal.
Génesis 2:16: El Señor Dios dio al hombre este mandato: "Puedes comer de todos los árboles del jardín, pero de árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás....

No creo en ninguna Religión donde exista un Dios que consienta guerras, muertes, violaciones, vejaciones…y así podría seguir y no parar. Contra las mujeres o cualquier ser humano.
En fin…llego a la conclusión y  a los hechos me remito.  Que yo he sido creada a partir de la fecundación de un espermatozoide, en este caso el de mi Padre, dentro de un ovulo en el interior del útero de una Mujer, mi Madre. Y que las costillas masculinas o femeninas, sigan siendo tan solo una protección hacia los pulmones y el corazón.
Y seguiré Gritando como mujer todos los días de mi vida, no en contra de los hombres. Pero  sí, en contra de todos aquellos  Hombres y mujeres que aún justifican, que la mujer es inferior y como tal hay que tratarla, pegarla,  amenazarla, violarla, vejarla, insultarla, mutilarla, destruirla y matarla.
Recuerden…las mujeres parimos sin distinción de sexos.

 Y como alguien dijo... ¡AMEN! Sin acento.

Emilia Díaz Banda.

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