Cuando nadie las ve…
Ha sonado el timbre del recreo. Lila no quiere salir al patio,
no quiere jugar al pilla, pilla como de costumbre; su babi blanco está
manchado, así como sus manos y su cara.
Hoy han vuelto a jugar con ella las niñas de siempre, como
lo hacen casi a diario cuando nadie las ve.
-¡Lila! ¿Sabes qué es esto...?
-¡Sí, es un lápiz de pintar!
-¿De qué color es…Lila?
-¡Es rosa!
-¿Y sabes a que huele la pintura rosa?
-No, no lo sé…
-Ay Lila, mira que eres tonta, anda acércatela a la nariz
para saber a qué huele…
Lila coge el lápiz rosa para saber a qué huele su color
-¿A qué huele, Lila? ¡Vamos, dinos a que huele la pintura
rosa!
-Yo no la huelo a nada, es solo un lápiz de color
-¡Vamos Lila, si no te la acercas bien a la nariz nunca podrás
saber cómo huele el color rosa!
Lila quiere saber a qué huele el rosa de su lápiz de color,
quiere saberlo como lo saben ellas, pero antes de que pueda apreciar su olor,
siente un agudo pinchazo en sus fosas nasales, el dolor es tan intenso que le
impide escuchar las risas y mofas de las otras niñas. Tan solo nota como algo cálido
y espeso resbala hacia sus labios y como sus manos ensangrentadas sostienen
entre sus frágiles dedos un lápiz de colorear que le ha impedido oler la maldad
con la que una de las niñas se lo ha clavado en el interior de su pequeña nariz.
Lila no para de sangrar, la maestra se acerca a ella…
-¿Qué te ha pasado Lila?-le pregunta con gesto dudoso
Lila no contesta, lila no separa sus manos de su cara, ni
siquiera escucha como las otras niñas dan explicaciones a la maestra de lo
ocurrido
-¡Lila quería saber cómo olía su lápiz rosa y se lo metió
dentro de la nariz y comenzó a sangrar mucho, mucho!
-Oh, Lila… ¡Como haces esas tonterías! ¿ cuándo vas a dejar
de jugar con las pinturas y aprender que los lápices de colores son solo para
colorear y no para olerlos? Anda, levántate de tu pupitre y ve al baño a
lavarte la cara y limpiarte el babi.
Pero Lila sabía que la mancha de sangre no sale solo con
agua.
Dedicado a todas las niñas y niños que sufren a diario el
acoso dentro y fuera de las aulas y a los adultos para que no ignoren que detrás
de un lápiz o las puertas de un colegio, puede estar sucediendo algo más grave
de lo que parece un juego.
Emi y sus colores
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